-Muchos de los jóvenes que luchan en bandas son menores de edad.
-Gracias a la colocación de una celda, esta ciudad de Seine-saint-denis, ha encontrado la paz.
-Los agentes de mediación luchan contra las violencias en las escuelas.
Como en numerosos municipios de Ile-de-France, Aulnay-sous-Bois protege varias ciudades cuyos enfrentamientos son frecuentes. El 10 de marzo, en Gagny, una veintena de jóvenes armados habían entrado en el liceo Jean-Baptiste-Clément, molestando a un joven de una ciudad rival y destruyendo el material.
El 15 y 16 de enero la policía de Aulnay-sous-Bois interpeló , a 29 personas miembros de las bandas de dos ciudades medianeras, el Grueso Sauce y Mitry (rebautizado el Mil mil por sus habitantes), que se habían enfrentado durante tres o cuatro horas alrededor de la N 370. Dos jóvenes fueron ligeramente heridos al rozar con una bala.
Tres meses más tarde, la calma volvió entre el Grueso Sauce y Mil-mil. En Aulnay-sous-Bois, una de las ciudades de Seine-saint-denis que conoce el proyecto más grande de renovación urbana de Francia, una multitud de trabajadores sociales, policias y habitantes estan en contra totalmente del término de « bandas » cuando se trata de expresar los enfrentamientos entre el Grueso Sauce y el Mitry. Kayo, un jóven de 17 años, define la palabra banda: « una banda, es una gran palabra, hace referéncia al hecho de organizarnos pero no es nuestro caso, como máximo nos organizamos la víspera, pero normalmente, lo hacemos en el momento » Más que un fenómeno de bandas, el alcalde de Aulnay-sous-Bois y los educadores de calle prefieren hablar de fenómenos de adolescentes desescolarizados.
Si Aulnay-sous-Bois encontró rápidamente la paz y no ha conocido enfrentamientos tan violentos como los de Gagny o Gonesse, es porque desde hace un año, la colocación de una celda puesta después de los motines de noviembre de 2005 funciona a régimen lleno. Todos los martes, el alcalde y el comisario del distrito presiden una reunión donde están presentes la policía nacional francesa, la policía municipal, el PJJ (Protección judicial de la juventud), los mediadores y a veces, en formación más ancha, los arrendadores sociales y los jefes de establecimientos : « Concretamos las cuestiones sobre delincuencia », explica Gerardo Segura.
Pascal Bizet y sus quince agentes de mediación, tienen como primera misión luchar contra las violencias en las escuelas. « Estamos muy pendientes del rumor y nuestro primer trabajo es buscar cuál es el factor inicial. Cuanto más rápido somos informados, más rápido logramos cerrar el conflicto antes de que empeore ».
Aulnay-sous-Bois espera también desde hace doce meses su Uteq (Unidad territorial de barrio, sucesores de la policía de proximidad) y desde hace dos meses las medidas del plano suburbio que debían estar puestas en funcionamiento en febrero.
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